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2000년 5월, 피델이 혁명을 언급했을 때, 혁명의 의미를 단순히 정의하려 한 것이 아니었다. 그는 실제로 혁명가로서의 농축된 경험을 우리에게 전달하며, 우리에게 도전을 제시하고, 혁명 - 대문자로 시작되는 우리 쿠바의 혁명 - 이 지속되고, 중단되지 않도록 가장 높은 목표를 제시하고자 했다.
이 책에서 쿠바의 기독교인들은 그 도전에 대해 성찰한다. 라틴아메리카 신학의 가장 훌륭한 전통 속에서, 그들은 자신의 목회 활동과 쿠바 혁명 과정에서의 경험을 바탕으로 현실을 해석하며 이러한 도전을 받아들인다. 이는 두 번째 행위로, 혁명 속에서 살아가는 쿠바 민중의 실천을 바탕으로 한 성찰이다.
Cuando Fidel calificó la revolución en mayo del año 2000, ante el pueblo reunido en la Plaza de la Revolución, no estaba definiendo un término. Estaba, en realidad, transmitiéndonos su experiencia condensada de revolucionario y planteándonos un desafío, proponiéndonos las metas más altas para la Revolución -con mayúsculas, la nuestra, la cubana- siga siendo, no deje de ser.
En este libro un conjunto de cristianos y cristianas de Cuba reflexiona sobre ese desafío. En la mejor tradición de la teología latinoamericana, lo hacen desde su práctica pastoral, desde su interpretación de la realidad a partir de sus vivencias en el proceso de la Revolución cubana. Es, pues, acto segundo: una reflexión a partir de la praxis del pueblo cubano en revolución.
En este libro un conjunto de cristianos y cristianas de Cuba reflexiona sobre ese desafío. En la mejor tradición de la teología latinoamericana, lo hacen desde su práctica pastoral, desde su interpretación de la realidad a partir de sus vivencias en el proceso de la Revolución cubana. Es, pues, acto segundo: una reflexión a partir de la praxis del pueblo cubano en revolución.
